Incorporando la gratitud en mi día a día

                 

Un bonito hábito que he incorporado en mi rutina diaria es practicar la gratitud. 

Me compré una agenda preciosa y cada día escribo una afirmación positiva que me resuene con el día y doy gracias por todas esas cosas buenas que me han pasado y por las que estoy sumamente agradecida.

También comencé a devorar libros de gratitud y al cabo de unas semanas decidí ir más allá y me compré una libreta bonita en la que comenzar a trabajar la gratitud. Cada día empecé a dedicarlo a un tema: aprendizajes, amor, alimentos, emociones, naturaleza, … y fui profundizando en estos temas, agradeciendo por ellos.

 

¿Y por qué comencé a agradecer? Por lo que veo en la sociedad. 

Porque únicamente somos conscientes de lo que tenemos cuando lo perdemos. Cuando perdemos la salud es cuando nos damos cuenta de lo importante que es. Cuando perdemos un trabajo somos conscientes de la importancia que tenía. 

Porque cada día les damos a nuestros hijos todo lo que necesitan y no  se paran a pensar en la suerte que tienen y lo agradecidos que deberían estar. 

Porque en esta sociedad cada vez nos enfocamos más en lo que no tenemos o no podemos hacer que en todas aquellas cosas que tenemos y disfrutamos cada día y por las que deberíamos estar encarecidamente agradecidos.

 

Por todo esto y mucho más, me di cuenta de lo poco que agradecemos. Muchas veces nos creemos con el derecho de recibir ciertas cosas y nuestro ego no nos deja agradecer por ello. 

 

Pero es muy importante agradecer por todo lo que tenemos. Cuando nos centramos en agradecer por todo lo que recibimos, tenemos o conseguimos cada día, somos más conscientes y felices que si pensamos en todo aquello que no tenemos.

Contra más agradecida estás, más abundante y feliz te sientes. ¿Lo has probado?

 

Yo si y por eso he introducido la gratitud en mi vida y en la de mis hijos. Es importante no olvidarse de todas las cosas maravillosas que tienes y por las que tienes que sentirte agradecido de corazón.

 

¿Practicas la gratitud? ¿Te animas a comprarte una libreta bonita y practicar la gratitud?